LECTURA
DEL FIN DE SEMANA
Era
verano y hacía mucho calor. Mamá dijo:
-Coged
una mochila: nos vamos de excursión.
-¿Adónde?
- preguntó Carlota.
-¡Sorpresa!
-contestó mamá, misteriosa.
Carlota
y Luis corrieron a su habitación y llenaron la mochila de cosas
importantes: un pato de goma, regaliz, cinco canicas, una linterna,
una espada y dos latas de sardinas.
-¿Para
qué queréis una linterna? - dijo mamá.
-¿Para
qué quieres tú un libro? -Preguntó Luis, y los tres se metieron en
el coche.
Dejaron
atrás un montón de edificios.
Llegaron
a una carretera muy larga.
Carlota
empezó a cantar. Luego se hizo una trenza, hizo un dibujito con el
dedo en el cristal de la ventana y bostezó.
-¿Queda
mucho? -preguntó Luis varias veces.
Luis
se rascó una oreja, cantó una nana y se durmió. Carlota y Luis
abrieron mucho los ojos. Ante ellos había una alfombra de arena
blanca y fina. Luego, una franja anchísima y azul. Las nubes
flotaban por encima.
El
sol lo iluminaba todo y algunas olas azules brillaban. Había espuma
en los bordes, y un olor muy especial. Era el mar. Nunca lo habían
visto.
Carlota
salió del coche y corrió hacia el agua. El viento movía su pelo y la
arena le hacía cosquillas en los pies. Mamá gritó y agitó algo en
la mano, pero ella siguió corriendo. Alcanzó la orilla. Se quitó
los zapatos. Metió los pies en el agua fría. De pronto vino una
ola y...
-¡No
te has puesto el bañador ! - gritó mamá.
Luis estaba a su lado, muerto de risa. Carlota, empapada como una sopa, recuperó sus zapatos, que se alejaban flotando...Así fue su primer baño.
Luis estaba a su lado, muerto de risa. Carlota, empapada como una sopa, recuperó sus zapatos, que se alejaban flotando...Así fue su primer baño.
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